Ventajas de comprar una sociedad Inactiva es una consulta cada vez más habitual entre emprendedores, inversores y profesionales que desean ahorrar tiempo, evitar burocracia y comenzar su actividad empresarial cuanto antes.
La venta de sociedades limitadas o también llamada sociedad preconstituida permite acceder directamente a una estructura legal y fiscal lista para operar, con todos los trámites fundamentales ya realizados.
Pero ¿en qué consiste exactamente esta opción y por qué puede ser más ventajosa que crear una sociedad desde cero? A continuación, te lo explicamos con detalle.
1. ¿Qué es una sociedad ya constituida o inactiva?
Una sociedad ya constituida, también conocida como sociedad inactiva o empresa preconstituida, es una entidad legal que ha sido creada formalmente por un tercero, ya sea una persona física o un despacho profesional, pero que no ha desarrollado ninguna actividad económica. Esto significa que ha superado todos los trámites de constitución mercantil y fiscal necesarios, incluyendo la obtención del NIF definitivo, la escritura notarial y la inscripción en el Registro Mercantil, pero permanece sin operaciones, sin empleados ni movimientos contables.
Estas sociedades sin actividad se conservan “en la nevera”, listas para ser transferidas a nuevos propietarios que deseen iniciar su actividad empresarial de forma inmediata, aprovechando las ventajas de comprar una sociedad inactiva, como el ahorro de tiempo y la reducción de trámites administrativos.
2. Ventajas de comprar una sociedad constituida frente a crear una nueva
A la hora de emprender un negocio, muchos se preguntan si conviene más crear una sociedad desde cero o adquirir una ya constituida. Esta última opción, cada vez más demandada, ofrece beneficios prácticos y económicos que pueden marcar la diferencia, sobre todo cuando se necesita comenzar a operar con rapidez. A continuación, detallamos las principales ventajas de comprar una sociedad inactiva frente al proceso tradicional de constitución.
a. Inicio inmediato de actividad
Una de las principales ventajas de comprar una sociedad inactiva es que puedes comenzar tu actividad empresarial de forma inmediata. Al tratarse de una sociedad ya constituida, puedes emitir facturas, contratar empleados o abrir cuentas bancarias desde el primer día, sin tener que esperar semanas a que se formalicen los trámites en el Registro Mercantil o a que la Agencia Tributaria emita el NIF definitivo.
Esto resulta especialmente útil en situaciones donde el tiempo es un factor clave, como al cerrar un acuerdo comercial urgente, participar en una licitación pública o aprovechar una oportunidad de inversión que requiere agilidad operativa.
b. Capital social ya desembolsado
Las sociedades inactivas en venta suelen tener el capital social mínimo totalmente desembolsado, lo cual suele ser de 3.000 euros en el caso de una sociedad limitada (SL). Esta ventaja elimina la necesidad de aportar dinero en una cuenta bancaria a nombre del nuevo titular ni de justificar el origen de los fondos durante el proceso de constitución.
Al estar este capital ya integrado en el balance inicial de la sociedad, simplemente lo heredas al momento de adquirirla, evitando gestiones bancarias adicionales.
c. NIF definitivo ya asignado
A diferencia de las sociedades de nueva creación, que deben comenzar con un NIF provisional, una sociedad preconstituida ya dispone de un NIF definitivo emitido por Hacienda. Esta diferencia agiliza el inicio de operaciones, ya que permite actuar con plena capacidad jurídica desde el primer momento, sin interrupciones ni papeleos adicionales.
3. El proceso de compra: sencillo, rápido y ante notario
Una de las grandes ventajas de comprar una sociedad inactiva es que el proceso es claro, rápido y no requiere conocimientos jurídicos avanzados. Con el acompañamiento adecuado, en pocos pasos puedes convertirte en titular de una sociedad ya constituida, lista para operar legalmente desde el primer día. A continuación, te explicamos cómo funciona este procedimiento.
Firma de la escritura de compraventa
El primer paso consiste en acudir a una notaría para firmar la escritura de compraventa. En este acto se formaliza el cambio de socio o socios, y, si lo deseas, también se puede nombrar un nuevo administrador. El notario verifica que la sociedad está libre de cargas, comprueba que toda la documentación esté en regla y deja constancia legal del traspaso de titularidad.
Modificación de estatutos (opcional)
Si el comprador lo requiere, puede modificar aspectos clave de la sociedad como la denominación social, el objeto social, el domicilio o incluso el capital social. Estas modificaciones se recogen en la misma escritura firmada ante notario y posteriormente se inscriben en el Registro Mercantil.
Inscripción en el Registro Mercantil
Tras la firma, la escritura se remite al Registro Mercantil para formalizar el cambio de titularidad. Como se trata de una sociedad ya existente, no es una nueva alta, sino una actualización de datos. Este trámite suele completarse en poco tiempo y, en muchos casos, permite empezar a operar de inmediato.
Comunicación a Hacienda
El último paso consiste en comunicar a la Agencia Tributaria los nuevos datos fiscales, como el cambio de actividad, domicilio fiscal o representante legal. Como la sociedad ya cuenta con NIF definitivo, no es necesario solicitarlo nuevamente. Este punto agiliza aún más el proceso y permite actuar con plena validez jurídica desde el primer momento.
Como puedes ver, el procedimiento es rápido, seguro y totalmente legal, siempre que se realice con el asesoramiento adecuado y ante notario. Esta agilidad representa una de las principales ventajas de comprar una sociedad inactiva, especialmente para emprendedores que desean evitar demoras innecesarias.
4. Ahorro de tiempo y dinero
Otra de las grandes ventajas de comprar una sociedad inactiva es el ahorro significativo tanto en tiempo como en costes. Constituir una sociedad desde cero implica una serie de trámites que conllevan gastos notariales, tasas de registro, apertura de cuenta bancaria, desembolso del capital social, obtención del NIF provisional y su posterior conversión en definitivo. Además, todo el proceso puede demorarse entre una y cuatro semanas, dependiendo del volumen de trabajo en los organismos públicos.
En cambio, adquirir una sociedad ya constituida permite al comprador:
- Ahorrar semanas de espera para comenzar la actividad.
- Reducir costes legales, fiscales y administrativos.
- Contar con libros contables ya legalizados, listos para ser utilizados.
- Evitar errores o retrasos burocráticos que suelen darse en los procesos de constitución desde cero.
Este ahorro de tiempo y recursos hace que cada vez más emprendedores e inversores opten por esta alternativa eficiente y totalmente legal.
5. Mejor imagen ante terceros
Contar con una sociedad que ya ha sido inscrita en el Registro Mercantil desde hace meses o incluso años proyecta una mejor imagen empresarial ante terceros. Esta antigüedad mercantil es valorada positivamente por entidades bancarias, clientes, proveedores e incluso por las administraciones públicas.
Una sociedad con antigüedad genera mayor confianza, especialmente en contextos donde la estabilidad y la trayectoria son requisitos importantes, como en licitaciones públicas, concursos o procesos de financiación. A diferencia de una empresa de nueva creación, una sociedad ya constituida transmite solidez y continuidad, lo cual puede marcar la diferencia al momento de cerrar acuerdos o acceder a oportunidades estratégicas.
6. Beneficios para extranjeros o no residentes
Para los inversores extranjeros o personas no residentes en España, las ventajas de comprar una sociedad inactiva son especialmente relevantes. Este tipo de adquisición les permite evitar numerosos trámites burocráticos que, en la mayoría de los casos, requieren presencia física, obtención del NIE (Número de Identificación de Extranjero), apertura de una cuenta bancaria en España, entre otros procedimientos complejos.
Al adquirir una sociedad ya constituida y lista para operar, pueden iniciar su actividad empresarial en el país de forma inmediata, con plena validez jurídica y fiscal. Esta opción resulta ideal para quienes desean aprovechar oportunidades de negocio en España sin los retrasos y obstáculos administrativos que conlleva la constitución desde cero.
Las ventajas son claras: rapidez, simplicidad, ahorro de costes y máxima eficacia operativa. Además, siempre que se verifique que la sociedad está libre de deudas, ha permanecido inactiva y cuenta con toda la documentación legal al día, se trata de una alternativa segura, fiable y con total garantía legal y fiscal.
Preguntas frecuentes sobre las ventajas de comprar una sociedad inactiva
¿Qué se considera exactamente una sociedad inactiva?
Una sociedad inactiva es una empresa legalmente constituida que no ha iniciado actividad económica. Tiene NIF definitivo, está inscrita en el Registro Mercantil y cuenta con toda la documentación en regla, pero no ha emitido facturas, tenido empleados ni realizado operaciones. Se mantiene en estado inactivo hasta que un nuevo propietario la adquiera para comenzar su actividad.
¿Cuáles son las principales ventajas de comprar una sociedad ya constituida?
Las ventajas incluyen inicio inmediato de actividad, ahorro de tiempo y dinero, NIF definitivo ya asignado, capital social desembolsado, mejor imagen ante terceros, libros contables ya legalizados y menor riesgo de errores en los trámites iniciales.
¿Qué trámites se evitan al comprar una sociedad inactiva?
Se evitan la constitución notarial, la apertura de cuenta bancaria para desembolso de capital, la solicitud del NIF provisional y su conversión a definitivo, y la legalización inicial de libros contables. Todo esto ya está resuelto, lo que permite iniciar operaciones más rápidamente.
¿Es legal comprar una sociedad inactiva?
Sí, es totalmente legal. El proceso se realiza ante notario, con verificación de que la sociedad no tiene deudas ni cargas, y se inscribe la escritura de compraventa en el Registro Mercantil. Con asesoramiento profesional adecuado, es un procedimiento seguro, transparente y regulado por la legislación mercantil vigente.
¿Puedo cambiar el nombre, objeto social o domicilio de la sociedad?
Sí. Tras la compra, se pueden modificar aspectos como la denominación social, el objeto social, el domicilio fiscal o social, el capital social y los administradores. Estas modificaciones se incorporan en la escritura y se inscriben en el Registro Mercantil.
¿Qué precauciones debo tomar antes de comprar una sociedad inactiva?
Debes asegurarte de que la sociedad esté libre de deudas, que no haya tenido actividad previa, que sus libros contables estén correctamente legalizados, y que su situación fiscal y registral esté al día. Solicitar un informe mercantil actualizado y contar con asesoramiento especializado es clave.
¿Qué beneficios tiene para un extranjero comprar una sociedad inactiva?
Un inversor extranjero puede evitar trámites complejos como la obtención del NIE, la apertura de cuenta bancaria en España o la constitución desde cero. Comprar una sociedad inactiva le permite operar inmediatamente, con NIF definitivo y todos los requisitos legales cumplidos.
¿Cuánto tiempo tarda el proceso de compra?
El proceso suele completarse entre 24 y 72 horas, dependiendo de la disponibilidad de la notaría, la rapidez del Registro Mercantil y la actualización fiscal. En la mayoría de los casos, se puede operar desde el primer día tras la firma ante notario.
¿Qué documentación se entrega al comprador?
Se entrega la escritura de compraventa, la escritura de constitución original, NIF definitivo, justificante de inscripción en el Registro Mercantil, estatutos sociales, certificado de estar al corriente con Hacienda, y libros contables legalizados si corresponde.
¿La sociedad inactiva puede usarse para cualquier actividad?
En general, sí. Aunque cada sociedad tiene un objeto social determinado, este puede modificarse fácilmente durante el proceso de compra. Es importante adaptarlo a la nueva actividad para que esté en consonancia con la normativa vigente y evitar conflictos fiscales o contractuales.